domingo, 29 de noviembre de 2009

Pie Varo


El pie equinovaro, pie equino varo , talipes equinovarus (TEV) o pie zambo, vulgarmente conocido como pie retorcido... es un defecto de nacimiento, en el que el pie se encuentra torcido o invertido y hacia abajo. Sin tratamiento, las personas afectadas frecuentemente aparentan caminar apoyados en sus tobillos. Es un defecto común de nacimiento, y ocurre en aproximadamente 1 de cada 1000 nacimientos. Aproximadamente el 50% de los casos de pie equinovaro son bilaterales (o sea, sucede en ambos pies). En muchos casos hay una incidencia de dismelia aislada. La incidencia en varones es más alta que en las mujeres.

Etimología
El término talipes proviene del latín talus: ‘tobillo’, y pes: ‘pie’.
Equino (equus), por su parecido al pie de un caballo.
Varus: ‘girado hacia dentro’.

Causas
Hay diversas causas para el pie equinovaro:
Síndrome de Edward, un defecto genético con tres copias del cromosoma 18
Causas genéticas con una tasa de incidencia alta cuando diversos miembros de la familia poseen la condición.
Influencias externas tales como compresión intrauterina por oligohidroamnios (falta de líquido amniótico) o por síndrome de banda amniótica.
Puede estar asociado con otros defectos de nacimiento tales como espina bífida quística.
Esta malformación congénita está relacionada con el uso de MDMA («éxtasis») durante el embarazo.

Tratamiento
El pie equinovaro es tratado con manipulación de un cirujano ortopedista, pediatra o fisioterapeuta. Seguido a la manipulación se fija. El «método francés de fisioterapia» usa la fijación para mantener la postura correcta. Las manipulaciones del pie comienzan en una o dos semanas posteriores al nacimiento.
Incluso con un tratamiento exitoso, el pie afectado (o ambos) puede ser más pequeño que el otro, y ese detalle puede ser evidente en comparación a una talla normal. Al aplicar la terapia el fisioterapeuta puede estirar múltiples veces el pie y fijarlo con una férula o enyesarlo a medida que el tratamiento prosigue el médico puede cambiar la medida del enyesado o la férula a fin de lograr un estiramiento paulatino de los tendones. Para evitar una recidiva puede recurrirse al uso de los métodos anteriores hasta la edad de 4 años usando un fijador durante la noche.

El método Ponseti
Otro método de corrección es conocido como el método Ponseti. Aunque el método fue descrito por el doctor Ignacio Ponseti en los años cincuenta, no logró una amplia audiencia hasta que fue popularizado por el doctor John Herzenberg en el año 2000. Si bien el método fue muy discutido, frente a la tradicional cirugía invasiva, lentamente —gracias a su economía y su sencillez— se está poniendo a la cabeza de los mejores tratamientos para esta enfermedad, tanto en países más ricos como en países en via de desarrollo. Si bien el tratamiento de los niños con esta dolencia exige un pleno conocimiento y experiencia de los técnicos que lo aplican para obtener su plena eficacia, lo cual demuestra la lectura de Actas de los Técnicos que comienzan con su aplicación, animados por la experiencia de doctores como el propio Ponseti o la doctora Ana Ey, entre otros. Las manipulaciones del pie difieren sutilmente de las tradicionales que han prevalecido durante el siglo XX. El mantenimiento de la corrección puede requerirse por tiempo completo (23 o 24 horas al día) usando un entablillado o enyesado muy ligero, que debe renovarse regularmente; para continuar al finalizar el tratamiento con yesos; con unas férulas de refuerzo que al final se utilizarán únicamente durante la noche, hasta los 4 a 7 años de edad, para evitar recidivas (siendo los tiempos muy elásticos y dependiendo en todo caso de la evaluación del paciente y del criterio del médico especialista).
Aproximadamente un 80% de los infantes requieren la aplicación de una tendoctomía, también llamada tenotomía, que es una incisión microscópica en el tendón de Aquiles, que sólo requiere anestesia local (sin uso de grapas), que se practica a las 6 o 9 semanas de nacimiento y no suele dejar ni una mínima señal en la piel del bebé.
Aproximadamente el 20% de los infantes tratados con éste método requieren una intervención quirúrgica de tendón después de los 2 años de edad. Mientras que ello requiere el uso de anestesia general, es relativamente una cirugía menor que corrige el desbalance muscular persistente evitando alterar las uniones del pie.
El método Ponseti es exitoso en la corrección del pie equinovaro —sin recurrir a la cirugía correctiva en un 95% hasta 99% de los casos, o al menos usándola mínimamente— cuando es practicado por un médico experimentado en el método en el transcurso de 12 semanas, aunque puede extenderse un poco más o menos, según criterio del medico especialista tras evaluar al niño. A largo plazo, el aspecto físico de un niño que ha sido sometido a este tratamiento es comparable al de uno que no ha sido afectado por este padecimiento. Los niños caminan y hacen deporte como otros de la misma edad.

Pie Cavo



Un pie cavo es una condición en la que el pie tiene un arco muy alto. Cuando uno se pone de pie, debido a este arco alto, se deposita una excesiva cantidad de peso en la parte delantera de la planta del pie y en el talón. El pie cavo puede conducir a una diversidad de signos y síntomas, tales como dolor e inestabilidad. Éste puede desarrollarse a cualquier edad y puede ocurrir en uno o ambos pies.

Signos y Síntomas

Aún cuando se está de pie, el arco de un pie cavo aparece alto. Además, puedenestar presentes uno o más de los siguientes signos o síntomas:
Algunas personas con pie cavo pueden experimentar también una caída del pie, una debilidad de los músculos en el pie y tobillo que da como resultado que se arrastre el pie cuando se da un paso. La caída del pie es usualmente un signo de una condición neurológica subyacente.

¿Qué causa el pie cavo?

A menudo un desorden neurológico u otra condición médica neurológica causa un pie cavo—por ejemplo, parálisis cerebral, enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, espina bífida, polio, distrofia muscular o apoplejía. En otros casos de pie cavo, un arco alto puede representar una anormalidad estructural hereditaria. Es importante un diagnóstico exacto porque la causa subyacente del pie cavo determina en gran medida su tratamiento futuro. Si el arco alto se debe a un desorden neurológico u otra condición médica, éste probablemente empeorará. Por otro lado, los casos de pie cavo que no resultan de desórdenes neurológicos usualmente no cambian de apariencia.

Diagnóstico

El diagnóstico del pie cavo incluye una revisión de la historia familiar del paciente. El cirujano de pie y tobillo examina el pie buscando un arco alto y posibles callosidades, dedos en martillo y dedos en garra. Se evalúa la resistencia muscular del pie, y se observan el patrón al caminar y la coordinación del paciente. Si parece estar presente una condición neurológica, puede examinarse el miembro completo. El cirujano puede también estudiar el patrón de desgaste en los zapatos del paciente. A veces se ordena tomar placas de rayos-X para una evaluación complementaria de la condición. Además, el cirujano puede derivar al paciente a un neurólogo para una completa evaluación neurológica

El tratamiento no quirúrgico del pie cavo puede incluir una o más de las siguientes opciones:
Cuidado de las callosidades. El cirujano a menudo corta las callosidades y recomienda utilizar pequeñas almohadillas alrededor de ellas para reducir la presión y el dolor. Los pacientes nunca deberán intentar cortar las callosidades por si mismos, ya que esto podría causar más daño que bien, y posiblemente daría como resultado una infección.
Dispositivos ortotésicos. Los dispositivos ortotésicos hechos a medida, que se acomodan en el zapato, pueden ser beneficiosos debido a que ellos proporcionan estabilidad y protegen el pie.
Modificaciones del zapato. Los zapatos con capellada alta dan soporte al tobillo , y los zapatos con tacones un poco más anchos en la parte posterior añaden estabilidad.
Aparato ortopédico. El cirujano puede recomendar un aparato ortopédico para ayudar a mantener estables el pie y el tobillo. Los aparatos ortopédicos también son útiles para tratar la caída del pie

Si un tratamiento no quirúrgico para aliviar el dolor y mejorar la estabilidad falla, puede ser necesaria una cirugía para disminuir el dolor, aumentar la estabilidad y compensar la debilidad en el pie. La cirugía también se considera para los casos que tienen probabilidad de empeorar—aún si no existe en ese momento dolor o inestabilidad. En estas circunstancias, la meta de la cirugía es ayudar a reducir la gravedad de problemas futuros.El cirujano escogerá el mejor procedimiento o combinación de procedimientos basado en el caso particular de cada paciente. En algunos casos, cuando exista un problema neurológico subyacente, es posible que se necesite una nueva cirugía en el futuro debido al progreso del trastorno.

Pies secos

Con los cuidados necesarios, hazlos lucir divinos en tus sandalias, presúmelos y a ese hombre que tanto te fascina tenlo "a tus pies"

Cuidados máximos

Con sólo estas sencillas atenciones, lucirás unos pies bellos y con aspecto saludable:

• Refréscalos: Tus pies necesitan aire, libéralos de la opresión de los zapatos andando descalza en casa, sobre la alfombra, madera, hierba o arena del mar.

• Usa sandalias: Permiten que tus pies estén frescos y que estires los dedos. Sin embargo por ser zapatos sin mucho apoyo, no debes abusar de ellas.

• Evita los hongos: Ten siempre una higiene esmerada con tus pies y nunca andes descalza en lugares públicos o húmedos como albercas, regaderas o saunas.

• Cuídalos todo el año: El hecho de que estén cubiertos en temporadas frías no significa que debas olvidar exfoliarlos e hidratarlos, porque esto hace que se resequen y les aparezcan grietas y asperezas.

Baños de pies
Siente tus pies descansados y lúcelos impecables con estos remedios naturales:


• Deshínchalos: Tus pies se van hinchando durante el día hasta tener un 15% más de volumen por la noche, por lo tanto cuando te compres zapatos hazlo lo más tarde posible. Al llegar a casa, bájales la hinchazón sumergiéndolos en agua caliente con un puñito de sal.

• Descánsalos: Alivia el cansancio acumulado durante el día y el recalentamiento de tus pies metiéndolos por cinco minutos en agua fría y alterna con agua caliente.

• Acaba con el sudor: Si transpiran mucho, remójalos en una infusión de lavanda y salvia por diez minutos diarios. Todos los días durante del baño lávalos con jabón y esponja, enjuágalos y sécalos perfectamente y rocíalos con un desodorante de pies.

Protege y cuida tus pies con productos probados por podólogos en pies frágiles y sensibles. Busca una fórmula de acción rápida que penetre sin dejar efecto graso en la superficie, disminuya las zonas endurecidas, regule la producción de humedad y elimine malos olores.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Consejos de cómo hacer un pedicure en casa

El mejor accesorio para tus sandalias favoritas son unos pies bien cuidados y unas uñas pulidas y perfectas. Sea que no te alcanza el tiempo para una pedicura profesional, o simplemente quieres obtenerla a un costo más bajo, deja que te conduzca a través de los pasos más importantes que te dejarán con los pies suaves y hermosos.

•Lo primero que debes hacer es cortarte las uñas en forma recta, sin curva. Usa una lima para suavizar los extremos, prestando especial atención a los costados. La mejor forma: cuadrada con bordes redondeados.


•Remoja tus pies durante cinco minutos en un recipiente (o en la bañera) con agua caliente. Añade una taza de sal Epsom (un desinfectante natural) o tu aceite o espuma favorita para el baño. También puedes remojarte los pies en leche tibia y añadir unas gotas de tu perfume preferido.

•Usa una piedra pómez para suavizar tus talones, todos los lugares donde se apoya el pie y la parte exterior de tus dedos meñiques.

•Usa la punta de una lima para empujar suavemente las cutículas hacia atrás, y luego, con un pequeño cepillo mojado con un producto para exfoliar repasa el área donde tu uña se encuentra con la piel.


•Enjuaga y seca tus pies, y aplícate una cantidad generosa de tu humectante para los pies. Déjalo unos cinco minutos, vuelve a enjuagarte y seca tus pies con una toalla.


•Aplica una capa de esmalte de base, dos capas de esmalte de color y finalmente una capa de esmalte para terminar: tus uñas lucirán brillantes y pulidas.


Consejo: Aplica a tus uñas una capa de esmalte para terminar tres días después de tu pedicura, y luego cada tres días para evitar que el esmalte se descascare. Siempre presta especial atención al reborde de la uña, que tiene mayor tendencia a descascararse.

EL CUIDADO DE LOS PIES EN LA TERCERA EDAD

Aprender de EL CUIDADO DE LOS PIES EN LA TERCERA EDAD para personas mayores

La estructura de los pies es tan fuerte que podemos pasarnos muchos años abusando de ellos, antes de sentir alguna molestia. Por ello ha existido, más antes que ahora, cierta tendencia a descuidarlos. Son muchas las personas que llegan a la tercera edad con los pies extremadamente resecos, con durezas e incluso deformados por el calzado inadecuado.He aquí algunos consejos para el cuidado de nuestros pies:
Cuando llegues a casa descálzate y camina apoyando de forma ostentosa todo el pie sobre el piso, exagerando el movimiento y tratando de movilizar todos los huesos. Esto activará la circulación y aliviará la tensión. Luego en la ducha, aprovecha para pasar una piedra pómez en las durezas.
Una vez que salgas de la ducha, seca bien tus pies, pasando la toalla entre los dedos. Si no seca bien las regiones interdigitales, puede ser origen de un proceso micótico (hongos).
Cuando tus pies estén muy cansados y doloridos, ponlos en remojo durante unos minutos en agua tibia con una cucharadita de sal y otra de bicarbonato.
Siéntese en algún lugar cómodo y en crema los pies. Si la crema está formulada para los pies, es mucho más refrescante, suavizando y mejorando el aspecto de los pies.
Aprovecha para darte un auto-masaje, concentrándote en las zonas de más presión: el talón y la línea donde comienzan los dedos. Presiona con tu mano en forma de puño, haciendo fuerza durante 2 o 3 segundos, repitiendo aproximadamente diez veces. Los masajes con aceites esenciales también suavizan la piel endurecida.
Acostarse, en lo posible con un almohadón debajo de los pies, para levantar la zona y hacer que la circulación alivie las tensiones.
En cuanto a las uñas, córtalas rectas para evitar que al crecer se formen uñeros. Usa limas de cartón para los contornos y pulidores para alisar la superficie.
Los pies, que durante todo el día aguantan el peso del cuerpo y nos mantienen estables, deberían ser objeto de nuestra atención y más especialmente en la tercera edad, dedicándoles un ratito, al menos una vez a la semana. ¡Se lo merecen!Consulta periódicamente a un médico y podólogo, en especial si presentas algún tipo de enfermedad metabólica como la diabetes o problemas ortopédicos.Y no olvidar que la elección de un buen calzado, cómodo y de materiales blandos, es de vital importància para cuidar nuestros pies.

Dedo en Martillo


¿Qué es el dedo en martillo?

El dedo en martillo es una contractura o flexión de una de las articulaciones del segundo, tercer, cuarto o quinto (pequeño) dedo. Esta flexión anormal puede presionar sobre el dedo durante el uso del calzado, causando el desarrollo de algunos problemas. Los síntomas más comunes del dedo en martillo son:
Dolor o irritación de los dedos afectados con el uso de calzados
Callos (acumulación de piel) sobre, a los lados o en la punta del dedo, o entre dos dedos. Los callos se crean por la constante fricción contra el zapato. Pueden ser duros o blandos, dependiendo de su ubicación.
Verrugas plantares (otro tipo de acumulación de piel) debajo de los dedos o en la base de los mismos.
Los callos y las verrugas pueden ser dolorosos, de modo que puede ser difícil encontrar un calzado confortable. Pero incluso sin callos y verrugas, los dedos en martillo pueden causar dolor ya que la articulación misma se encuentra dislocada.
Los dedos en martillo generalmente se inician como deformaciones leves y empeoran progresivamente con el tiempo. En etapas tempranas, los dedos en martillos son flexibles y los síntomas generalmente pueden ser tratados con medidas no-invasivas. Pero si no se tratan, los dedos en martillo pueden volverse más rígidos y responderán solamente a tratamientos quirúrgicos. Con el tiempo se desarrollarán callos, los cuales nunca se curarán completamente, ni siquiera luego de ser extirpados. En los casos más severos de dedo en martillo se pueden formar úlceras abiertas.
Como la naturaleza del dedo en martillo es progresiva, es necesario recibir atención temprana. El dedo en martillo nunca mejorará sin algún tipo de intervención.

¿Qué causa el dedo en martillo?
La causa más común del dedo en martillo es un desbalance del músculo/tendón. Este desbalance, que lleva a la flexión del dedo, es el resultado de cambios mecánicos (estructurales) en el pie que aparecen en algunas personas a través del tiempo.
El dedo en martillo muchas veces empeora por el uso de calzados que no calzan apropiadamente; por ejemplo, zapatos que aprieten los dedos. De hecho, en algunos casos, el zapato que calza inapropiadamente puede causar la contractura que lleva al dedo en martillo. Por ejemplo, se puede desarrollar un dedo en martillo cuando un dedo demasiado largo es forzado a adoptar una posición constreñida debido al uso de un zapato apretado.
A veces, el dedo en martillo es causado por algún tipo de trauma; por ejemplo, un dedo fracturado previamente. En algunas personas el dedo en martillo es hereditario.

Tratamiento: Métodos sin cirugía Existe una variedad de tratamientos para el dedo en martillo. El tratamiento que usted y el cirujano podiátrico especializado en pies y tobillo elijan dependerá de la gravedad del dedo en martillo y de otros factores.
Es posible tomar distintas medidas no-quirúrgicas.
Extirpar los callos y las verrugas. Esto debe ser realizado por un profesional de la salud. Nunca lo haga usted mismo, pues corre el riesgo de cortarse e infectarse. El cirujano podiátrico sabe cómo extirpar los callos para brindarle a usted los mejores beneficios.
Proteger los callos y verrugas con almohadillas. El cirujano podiátrico puede proveer y recetar almohadillas diseñadas para proteger los callos de irritaciones. Si prefiere comprar las almohadillas comunes que se venden en cualquier farmacia, evite aquellas medicadas. Generalmente no se recomiendan las almohadillas medicadas porque pueden contener pequeñas cantidades de ácido, las cuales pueden ser dañinas. Consulte esta opción con el cirujano podiátrico.
Cambios de calzado. Evite el calzado de puntas angostas, corto o de tacos altos; todos estos tipos de calzado pueden forzar sus dedos contra el frente del calzado. En cambio, elija calzado confortable con puntas anchas y profundas, y tacos de no más de dos pulgadas.
Artículos ortopédicos. La colocación de un soporte ortopédico común en su calzado puede ayudar a controlar el desbalance del músculo/tendón.

Terapia de inyecciones.
A veces se inyectan pequeñas cantidades de corticoesteroides para reducir la inflamación causada por el dedo en martillo.
Medicación. Para reducir el dolor y la inflamación es posible que le prescriban medicamentos anti-inflamatorios no-esteroides (NSAID, por sus siglas en inglés) como el ibuprofeno.
Entablillado/vendajes. El cirujano podiátrico puede entablillar o utilizar vendajes para volver a aliñar el dedo flexionado.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?
En algunos casos, cuando el dedo en martillo se ha vuelto más rígido, es necesaria la cirugía para aliviar el dolor e incomodidad causados por esta deformidad. El cirujano podiátrico discutirá las opciones con usted y seleccionará un plan ajustado a sus necesidades. Entre otros factores, él o ella tomará en cuenta el tipo de calzado que desea usar, el número de dedos involucrados, su nivel de actividad, edad y la gravedad del dedo en martillo.
El procedimiento quirúrgico utilizado más comúnmente para el dedo en martillo es llamado artroplastia. Durante este procedimiento, el cirujano remueve una pequeña sección del hueso de la articulación afectada.

Otra opción quirúrgica es la artrodesis, la cual generalmente se reserva para los casos más graves o de dedos más rígidos, como por ejemplo cuando hay varias articulaciones o dedos involucrados. La artrodesis es un procedimiento que involucra la fusión de una pequeña articulación en el dedo para enderezarlo. Generalmente se usa una aguja o un pequeño dispositivo de fijación para mantener el dedo en la posición correcta mientras se curan los huesos.
También es posible que el paciente necesite otros procedimientos, especialmente si el trastorno del dedo en martillo es severo. Algunos de estos procedimientos son: la remoción de piel, el alargamiento o balanceo del tendón/músculo, pequeñas transferencias de tendón o la reubicación de las articulaciones que lo rodean.
Muchas veces los pacientes con dedo en martillo tienen buniones (juanetes) u otras deformidades que se corrigen al mismo tiempo. La duración del período de recuperación variará de acuerdo al procedimiento o los procedimientos realizados.

Síndrome del túnel tarsiano


Definición
Se conoce como túnel del tarso al sitio localizado en la parte interna del tobillo, posterior e inferior al maléolo medial, por donde pasa el nervio tibial posterior, la arteria y la vena y los tendones flexores. El síndrome del túnel tarsiano se refiere a la compresión del nervio en el interior de este canal, pero el término se ha aplicado de manera poco estricta a la neuralgia del nervio tibial posterior de diferentes causas.

Anatomía
En el tobillo el nervio tibial posterior pasa a través de un canal osteofibroso bajo el retináculo flexor (ligamento lacinado). Este techo fibroso no distensible se extiende desde el maléolo interno, en los sentidos posterior e inferior, hasta el lado interno de la tuberosidad del calcáneo y mide entre 2,5 y 3 cm de ancho, con bordes indefinidos. Su borde proximal continúa con la fascia profunda que cubre la pantorrilla; en el plano distal, su borde anterior continúa con la fascia profunda de la mitad interna de la planta. Desde este techo fibroso se proyectan tabiques hasta el calcáneo, que separan los tendones del tibial posterior, el flexor largo de los dedos del pie y el flexor largo del dedo gordo. Entre estos últimos dos tendones, el nervio tibial, la arteria tibial posterior y las venas satélite atraviesan el "túnel tarsiano".
A nivel del túnel, el nervio tibial posterior y se divide en los nervios plantares interno y externo, y además del nervio alberga a la arteria y vena tibiales posteriores y a los tendones flexores plantares del pie (flexor largo de los dedos, tibial posterior y flexor largo del primer dedo).

Causas
El nervio tibial puede ser comprimido por presión fuera o dentro de este túnel.
Comprensión desde fuera del túnel:
fragmentos óseos secundarios a fracturas desplazadas del extremo distal de la tibia, el astrágalo o el calcáneo,
tenosinovitis o gangliones de una vaina tendinosa adyacente,
invasión de hueso y partes blandas en caso de artritis reumatoidea o espondilitis anquilosante
alteraciones anatómicas, como el valgo del retropié (la tensión del nervio aumenta con la dorsiflexión y eversión del pie)
Compresión del nervio tibial desde dentro del túnel:
varicosidades,
tumor nervioso (neurilemoma)
fibrosis perineural
lipoma
exostosis

Manifestaciones clínicas y diagnóstico
El síndrome del canal del tarso o tarsiano se caracteriza por:
Dolor y parestesias en la cara plantar del pie e irradiado hacia los dedos o hacia la parte distal de la cara interna de la pantorrilla, entumecimiento, pinchazos o sensación de quemazón de intensidad variable, que dificultan la marcha y que típicamente empeoran en la noche o cuando el talón se coloca en extremos de dorsiflexión
Disminución del control de la flexión plantar y dorsal de los dedos, con la consiguiente dificultad de separación de los mismos, consecuencia, por lo general, de la compresión del nervio tibial posterior o de alguna de sus ramas terminales (nervio plantar interno, nervio plantar externo y nervio calcáneo interno).
Atrofia de los músculos intrínsecos del pie que puede originar un aumento del puente plantar (pie cavo). Podría provocar dedos en garra en forma secundaria.
Maniobra de Tinel positiva.
La compresión manual durante 30 segundos puede reproducir los síntomas.
Es recomendable realizar también el test de discriminación de dos puntos en los lados mediales y laterales de ambos pies. Si la discriminación de dos puntos se encuentra aumentada en uno de los lados del pie, esto indicaría que rama del nervio plantar se encuentra comprimida.
Electromiograma y velocidad de conducción nerviosa. Aparecen alteraciones en el 80% de los casos. De todas formas hace falta un explorador experimentado. la clínica es lo que manda a la hora de tomar una decisión.
Resonancia Magnética. Útil para identificar gangliones o masas intrínsecas en el sitio específico de la compresión

Tratamiento

Conservador: El tratamiento conservador puede consistir en antiinflamatorios o en la elevación temporal del tacón del calzado o en infiltraciones locales o en varios de ellos combinados, según la causa desencadenante.

Quirúrgico: La descompresión está indicada para aquellos casos confirmados. El nervio tibial y sus ramas deben ser expuestas con meticulosidad y desalojadas. Hay que recordar que el retináculo flexor es un engrosamiento fibroso de la fascia profunda de recubrimiento proximal de la pantorrilla. La liberación debe incluir la incisión de 1 a 2 cm de la fascia profunda por arriba del borde proximal del retináculo flexor, además de seguir los nervios plantares interno y externo, por debajo del abductor del dedo gordo, dado que una o ambas de estas ramas pueden atravesar los cabestrillos fasciales cuando ingresan en la superficie plantar del pie. Si hay un pie plano asociado se debe seguir el nervio plantar interno por debajo del nivel de la tuberosidad escafoidea, para verificar que esta rama no esté comprimida por el ligamento calcaneoescafoideo o los tendones del flexor largo del dedo gordo y el flexor largo de los dedos del pie, cuando cruzan. Esto significa que se debe liberar parte del origen de abductor del dedo gordo y retraer este músculo en sentido plantar. Los resultados no son tan satisfactorios como en otros síndromes compresivos.

Caminar: receta para la salud y felicidad

Para llevar una vida más sana y más feliz, pruebe a caminar – la forma más popular de hacer ejercicio.
Es fácil, seguro y barato. También es relajante y, al mismo tiempo, tonificante. Caminar requiere pocas habilidades atléticas y no exige ser miembro de un club ni ningún equipamiento especial, aparte de unos zapatos cómodos y resistentes. Y es natural y divertido – bueno para su autoestima y para su mente.
Los resultados de caminar son gratificantes físicamente: un cuerpo en forma, más capaz de mejorar la salud general y sumar años a su vida.
Caminar como deporte —llamado en inglés fundamental walking o healthwalking— puede hacerse en casi cualquier lugar y cualquier momento, durante todo el año—yendo de compras, en el centro comercial, o en su vecindario; solo, con su perro, o con otros; y a su propio ritmo. Es simple y sin complicaciones, verdaderamente forma física a su gusto.
Caminar beneficia a casi todo el mundo, independientemente de su edad. Millones de hombres y mujeres caminan regularmente para perder peso y mantenerse en forma. Convencidos de que es un buen ejercicio, lo hacen parte de su rutina diaria. Y su número aumenta cada año.
Un camino seguro hacia la buena forma fisica
Para aquellos con una larga historia de inactividad, problemas de obesidad, o que simplemente no gustan de la actividad fuerte, caminar es una forma excelente de empezar un programa de ejercicio. Puede empezar poco a poco, después aumentar su velocidad y mantener un ritmo constante. Un buen programa de ejercicio comienza por la moderación y la dedicación.
Los podiatras y los médicos generalistas recomiendan caminar para aliviar o protegerse de varias enfermedades. Caminar puede ayudarle a:

Fortalecer su corazón y sus pulmones, y mejorar la circulación.
Prevenir ataques al corazón y derrames cerebrales.
Reducir la obesidad y la presión sanguínea.
Elevar su tasa metabólica.
Alterar favorablemente su colesterol.
Mejorar el tono muscular de sus piernas y abdomen.
Reducir el estrés y la tensión.
Reducir el dolor artrítico; detener el deterioro del tejido de los huesos.

Caminar: Hay que hacerlo con arte
Antes de empezar a caminar, algunos ejercicios de calentamiento sencillos – pero no vigorosos estiramientos avanzados – pueden añadir flexibilidad a sus músculos. Es apropiado girar el cuerpo por la cintura, en un movimiento lento de hula-hoop, y unos pocos ejercicios de tocarse las puntas de los pies o doblar las rodillas.
Hay una forma apropiada de estirar el tendón de Aquiles, que es importante. Manteniendo el pie plano sobre el suelo, sitúese a un metro (tres pies) de una pared y apóyese en ella con sus manos, repitiendo varias veces el calentamiento.
Cuando esté listo para empezar a caminar, la mejor manera de comenzar es caminar 20 minutos sin interrupción al menos tres veces a la semana. Camine a un paso cómodo, yendo más despacio si se nota respirando fuerte. No se canse. Si 20 minutos es demasiado, redúzcalo a 10 ó 20 minutos. Puede aumentar el tiempo y el paso poco a poco según su cuerpo se vaya adaptando al ejercicio.
Hay varias maneras de medir su ritmo. Una es caminar en rutas que ha medido previamente con el odómetro de su auto. Quizá la más simple es usar un reloj. Cuente el número de pasos que da en un periodo de 15 segundos; si da 15 en ese tiempo, está caminando a dos millas por hora. Si da 23, está yendo probablemente a tres millas por hora, y a 30, la velocidad es de cerca de cuatro millas por hora.
Puede interesarle mantener un registro de su actividad, en el que apuntaría las fechas, tiempos y distancias estimadas, más otras anotaciones, como las rutas, lugares y experiencias.
Algunos consejos para caminar:
Muévase a un ritmo constante, lo bastante enérgico para hacer que su corazón lata más aprisa. Respire más hondo.
Camine con la cabeza erguida, la espada recta, el vientre plano. Mantenga las piernas hacia adelante y las rodillas ligeramente dobladas.
Balancee los brazos libremente.
Al caminar, apoye primero el talón y ruede el pie para impulsarse con la puntera.
Por lo menos al principio, limite sus paseos a superficies planas, evitando terraplenes y colinas excesivamente empinadas.
Si camina por la tarde, asegúrese de llevar ropas con material reflectante cosido o sujeto de otra manera.
Refrésquese tras una caminata larga o enérgica para ayudar a llevar la sangre de vuelta de sus piernas a donde se necesita. Aquí pueden ser útiles unos ejercicios de estiramiento. Uno bueno es ponerse de pie a un metro (tres pies) de una pared, con las manos apoyadas en ella. Entonces dé cinco o seis pasos atrás pequeños, manteniendo las manos en la pared. Repita el ejercicio de cinco a diez veces.

Marcha atlética
La marcha atlética es una técnica muy específica que se usa para caminar tanto para mantenerse en forma como en competición. Es más beneficiosa como ejercicio aeróbico que simplemente caminar, por ser más rápida y acelerar el ritmo cardíaco.
Si llega al punto en que piensa que la marcha atlética es para usted, en la mayoría de las áreas hay asociaciones con las que puede ponerse en contacto.

Calzado para caminar: Comodidad y ajuste
Elija calzado de buena calidad y ligero con empeine de un material que transpire, como el cuero o la malla de nylon. La parte del zapato que le sujeta el talón debe ser muy firme. La parte anterior del zapato debe proveer soporte y flexibilidad.
Es muy importante que el zapato se ajuste bien al pie. Vaya a un comercio serio y mida el largo y el ancho de los dos zapatos, con los calcetines que vaya a usar. (Haga esto por la tarde, puesto que sus pies se hinchan lo suficiente durante el día para cambiar su número de zapato.) Asegúrese de que el zapato es ceñido, pero no demasiado apretado con el calcetín. El zapato debe tener espacio suficiente para que los dedos se muevan. Varios zapatos para caminar reúnen las cualificaciones para usar el Sello de Aceptación de la APMA.
Su elección de calcetines deportivos también es importante. Los podiatras deportivos frecuentemente recomiendan calcetines acolchados de fibra acrílica. Las fibras acrílicas tienden a expulsar el exceso de perspiración – que unos pies activos pueden producir, de sus 250.000 glándulas sudoríparas a un ritmo de cuatro a seis onzas al día (de doce a dieciocho centilitros) – mejor que el algodón o la lana. De nuevo, hay marcas populares de calcetines deportivos que están autorizados a usar el Sello de Aceptación de la APMA.

Algunos otros consejos:
Compruebe el ancho del zapato; debe ajustarse cómodamente a la parte más ancha del pie.
Asegúrese de que el puente/arco del pie recibe soporte apropiado.
Preste atención a que la parte alta del talón del zapato está acolchada apropiadamente y no se le clava en el talón ni toca los huesos del tobillo.

¿Necesita un chequeo?
Si está libre de problemas de salud, puede empezar a caminar con confianza. Debe, por supuesto, obrar con sentido común, no extralimitarse y no caminar al aire libre en condiciones meteorológicas extremas. Es una buena idea ir avanzando gradualmente hacia las metas de su programa de ejercicio. Por ejemplo, si su meta es caminar una milla diaria, comienze caminando un octavo de milla, luego un cuarto, gradualmente acercándose a una milla durante un periodo entre unas semanas y un mes.
Debería, sin embargo, consultar a su médico de familia antes de comenzar a caminar regularmente. Se sugiere un chequeo, particularmente si tiene más de 60 años, una enfermedad o incapacidad, o está en medicación. Se recomienda también para aquellos entre 35 y 60 años, con un exceso sustancial de peso, que se cansan fácilmente, fuman demasiado, o han estado inactivos físicamente.
Ahora está listo para empezar a caminar regularmente. Es una receta para una vida más sana y más feliz.

Su medico/cirujano podiatra se ha formado específica y extensamente en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de problemas en los pies. Esta formación incluye cada uno de los sistemas y estructuras, intrincadamente interrelacionados, del pie y la parte baja de la pierna, incluida la piel y los sistemas neurológico, circulatorio, y musculoesquelético, que comprende los huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios.

Dolor de talon

En nuestra búsqueda de un cuerpo sano, el dolor puede ser un enemigo. En algunos casos, sin embargo, tiene beneficios biológicos. El dolor que aparece justo después de una herida o al comienzo de una enfermedad puede tener un papel protector, frecuentemente avisándonos del daño que hemos sufrido.
Cuando nos torcemos un tobillo, por ejemplo, el dolor nos advierte que el ligamento y los tejidos blandos pueden estar rozados o magullados, y que continuar la actividad puede empeorar el daño.
El dolor, como el que puede darse en nuestros talones, también nos avisa que debemos buscar atención médica. Esta alerta es de la mayor importancia debido a las muchas dolencias que contribuyen al dolor de talón.

Dolor de talón
El dolor de talón es generalmente resultado de una biomecánica defectuosa (anormalidades en la forma de caminar) que produce demasiada tensión en el hueso del talón y los tejidos blandos unidos a él. La tensión puede resultar de una herida o un moratón sufrido al caminar, correr, o saltar sobre superficies duras; llevar calzado mal construido, o tener exceso de peso.
El hueso del talón es el mayor de los 26 huesos del pie humano, que tiene también 33 articulaciones y una red de más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Como todos los huesos, está sujeto a influencias externas que pueden afectar su integridad y su capacidad de mantenernos sobre nuestros pies. El dolor de talón, a veces incapacitante, puede darse en la parte anterior, posterior o inferior del talón.

Espolones
Una causa frecuente de dolor de talón es el espolón, un crecimiento óseo en la parte inferior del hueso del talón. El espolón, visible con rayos X, aparece como una prolongación que puede extenderse hasta media pulgada. Cuando no hay indicación de crecimiento del hueso, a veces se llama a esta condición “síndrome de espolón del talón”.
Los espolones resultan de un esfuerzo excesivo de los músculos y ligamentos del pie, que estira la banda de tejido que conecta el talón y la parte anterior del pie, y arranca repetidamente la membrana que cubre el hueso del talón. Esta condición puede ser resultado de un desequilibrio biomecánico, de correr, de zapatos inapropiados o demasiado gastados, o de obesidad.

Fascitis plantar
Tanto el dolor de talón como los espolones van frecuentemente asociados a una inflamación de la banda de tejido conjuntivo fibroso (fascia) que va por la planta del pie desde el talón hasta la parte anterior del pie. La inflamación de esta banda se llama fascitis plantar. Es común en atletas que corren o saltan mucho, y puede ser bastante dolorosa.
La condición aparece cuando la banda de tejido se tensa más de lo normal a lo largo de un tiempo, lo que causa que las fibras de tejido blando de la banda se rompan o estiren en diferentes puntos; esto lleva a inflamación, dolor, y posiblemente al crecimiento de un espolón donde la banda se une al hueso del talón.
La inflamación puede ser agravada por zapatos que no proporcionen un soporte adecuado, especialmente en la zona del puente, y por la irritación crónica que a veces se asocia a un estilo de vida atlético.
El descanso sólo proporciona alivio temporal. Cuando vuelve a caminar, especialmente después de una noche de sueño, puede experimentar un alargamiento repentino de la banda, que se estira y tira del talón. Al caminar, el dolor de talón puede disminuir o incluso desaparecer, pero eso puede ser sólo una falsa sensación de alivio. El dolor frecuentemente vuelve después de un descanso prolongado o de caminar en exceso.

Pronación excesiva
El dolor de talón a veces resulta de una pronación excesiva. La pronación es el normal movimiento y aplanamiento del puente del pie que le permite adaptarse a las variaciones del suelo y absorber impacto al caminar normalmente.
Al caminar, el talón toca el suelo primero; el peso se traslada primero a la parte exterior del pie, y luego al dedo gordo. El puente se eleva, el pie generalmente se mueve hacia arriba y hacia fuera, volviéndose rígido y estable para levantar el cuerpo y moverlo hacia delante. La pronación excesiva—excesivo movimiento hacia adentro—puede crear una cantidad anormal de estiramiento y tensión en los ligamentos y tendones unidos a la parte inferior del hueso del talón. La pronación excesiva puede también contribuir a dañar la cadera, la rodilla, y la parte baja de la espalda.

Enfermedades y dolor del talón
Algunas condiciones de salud general pueden también producir dolor de talón.
La artritis reumatoide y otras formas de artritis, incluyendo la gota, que suele manifestarse en la articulación del dedo gordo, pueden causar molestias en el talón en algunos casos.
El dolor de talon puede también ser resultado de la inflamación de una bolsa (bursitis); de un neuroma (crecimiento de un nervio); u otro crecimiento de tejido. El dolor de talón de ese tipo puede asociarse a un espolón o producir un dolor similar al de un espolón del talón.
La deformidad de Haglund (a veces asociada a los tacones altos) es un agrandamiento de hueso en la parte trasera del hueso del talón, en el area donde el tendón de Aquiles se une al hueso. Esta deformidad ocasionalmente dolorosa es generalmente resultado de una bursitis causada por presión contra el zapato, y puede agravarse con la altura o la costura del contrafuerte de un zapato.
El dolor en la parte posterior del talón se asocia a la inflamación del tendón de Aquiles tras el tobillo y en la unión con la superficie posterior del hueso del talón. La inflamación se llama tendinitis del tendón de Aquiles. Es común en personas que corren y caminan mucho y tienen tendones tensos. La condición aparece cuando el tendón sufre tensión excesiva a lo largo de un tiempo, lo que causa ruptura o estiramiento de fibras en su longitud o en la unión con el hueso del talón. La inflamación se agrava con la irritación crónica que a veces se asocia a un estilo de vida activo y con ciertas actividades que fuerzan el tendón cuando ya está tenso.
Las contusiones óseas son un problema común del talón. Una contusión ósea es una inflamación de los tejidos que cubren el hueso del talón. Es una lesión dolorosa causada por el impacto directo de una superficie u objeto duro en el pie.
Las fracturas por fatiga del hueso del talón pueden ocurrir también, pero son menos frecuentes.

Dolor del talón en niños
El dolor de talón puede también aparecer en niños, comúnmente entre 8 y 13 años, al irse estos haciendo más activos en deportes en la escuela y fuera de ella. Esta actividad física, particularmente los saltos, inflama los centros de crecimiento de los talones; cuanto más activo es el niño, más probable es que se dé la condición. Cuando los huesos maduran, los problemas desaparecen y no es probable que reaparezcan. Si aparece dolor de talón en niños de estas edades, es necesario el cuidado podiátrico para proteger el hueso en crecimiento y proporcionar alivio del dolor. Otra buena noticia es que los espolones de talón no se desarrollan frecuentemente en niños.

Prevención
Pueden tomarse una serie de medidas para evitar el dolor de talón y los problemas asociados a este.
Lleve zapatos que le queden bien—en la puntera, el talón y los lados—y tengan suelas que absorban el impacto, estructura rígida y contrafuertes que proporcionen apoyo.
Lleve los zapatos apropiados para cada actividad.
No lleve zapatos con suelas o tacones excesivamente gastados.
Prepárese apropiadamente antes de hacer ejercicio. Haga ejercicios de calentamiento y estiramiento antes y después de correr.
Dosifíquese cuando participe en actividades deportivas.
No subestime la necesidad de descanso y nutrición apropiada de su cuerpo.
Si está obeso, pierda peso.

Cuidado médico podiátrico
Si el dolor y otros síntomas de inflamación—enrojecimiento, hinchazón, calor—persisten, debería limitar sus actividades diarias y ponerse en contacto con un doctor en medicina podiátrica.
El médico podiatra examinará el área y puede utilizar rayos X como diagnóstico para excluir problemas del hueso.
El pronto tratamiento puede incluir medicación antiinflamatoria oral o inyectable, recomendaciones de ejercicio o de calzado, uso de vendas, plantillas o aparatos ortopédicos. El vendado proporciona soporte para el pie, al poner músculos y tendones en un estado fisiológico de descanso. La fisioterapia puede usarse juntamente con esos tratamientos.
Puede recetarse un aparato ortopédico funcional para corregir desequilibrios biomecánicos, controlar la pronación excesiva, y proporcionar apoyo a los ligamentos y tendones unidos al hueso del talón. Esto será un tratamiento efectivo para la mayoría de dolores del talón y el puente sin necesidad de cirugía.
Solamente un número relativamente bajo de casos de dolor del talón requiere tratamiento más avanzado o cirugía. Si la cirugía es necesaria, puede incluir intervención en la banda de tejido de la planta del pie, extirpación de espolón, de una bolsa, de un neuroma o de otro crecimiento de tejido blando.

Su medico/cirujano podiatra se ha formado específica y extensamente en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de problemas en los pies. Esta formación incluye cada uno de los sistemas y estructuras, intrincadamente interrelacionados, del pie y la parte baja de la pierna, incluida la piel y los sistemas neurológico, circulatorio, y musculoesquelético, que comprende los huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios.

Los pies de tus hijos

Usted se preocupa de los dientes, los ojos, y otras partes del cuerpo de sus hijos. Les enseña a lavarse, cepillarse y asearse, pero ¿qué hace acerca de los pies de sus hijos – esos pies aún en desarrollo que tienen que soportar todo el peso del cuerpo a lo largo de una vida?
Muchos problemas de pies adultos, como otras enfermedades del cuerpo, tienen su origen en la niñez y están presentes al nacer. La atención profesional periódica y el cuidado regular de los pies pueden minimizar esos problemas en la vida adulta.
Descuidar la salud de los pies llama a problemas en otras partes del cuerpo, como las piernas y la espalda. Puede también haber efectos no deseados en la personalidad. El joven con problemas en los pies camina de forma extraña y suele adoptar malas posturas en general. Como resultado, el niño puede volverse tímido, introvertido, y evitar los deportes y las actividades sociales. La comunicación entre el podiatra, el pediatra y otros especialistas médicos ayuda a resolver estos problemas relacionados.

Los pies de su bebé
El pie humano – una de las partes más complicadas del cuerpo – tiene 26 huesos y multitud de ligamentos, músculos, vasos sanguíneos y nervios. Al ser los pies de los niños pequeños suaves y maleables, una presión anormal puede causar deformidades fácilmente.
El pie de un niño crece rápidamente durante el primer año, alcanzando casi la mitad de su tamaño adulto. Es por esto que los especialistas del pie consideran el primer año el más importante en el desarrollo del pie.
Estas son algunas sugerencias para ayudarle a asegurarse de que este desarrollo se efectúa normalmente:
Mire cuidadosamente los pies de su bebé. Si nota algo que no le parece normal, busque cuidado profesional inmediatamente. Las deformidades no desaparecerán solas al crecer.
Cubra los pies de su bebé holgadamente. Cubiertas apretadas restringen el movimiento y pueden retrasar el desarrollo normal.
Proporcione oportunidades para ejercitar los pies. Estar tumbado sin cubrir permite que el bebé patee y haga otros movimientos que preparan el pie para cargar peso.
Cambie la posición del bebé varias veces al día. Estar tumbado demasiado rato en la misma posición, especialmente boca abajo, puede poner demasiada tensión en los pies y piernas.

Comenzar a caminar
No es sabio forzar a un niño a caminar. Cuando esté preparado física y emocionalmente, el niño caminará. Las comparaciones con otros niños no son orientativas, pues la edad a la que caminan solos varía de los 10 a los 18 meses.
Cuando el niño acaba de empezar a caminar, no son necesarios los zapatos en la casa. Permitir al niño que vaya descalzo o lleve sólo calcetines ayuda al pie a crecer normalmente y desarrollar su musculatura y fuerza, así como la acción de agarre de los dedos. Por supuesto, al caminar fuera o sobre superficies ásperas, los pies del bebé deberían protegerse con calzado ligero y flexible, hecho de materiales naturales.

Crecer
Al continuar desarrollándose los pies del niño, puede ser necesario cambiar la talla de zapatos y calcetines cada pocos meses para dejar espacio para que crezca el pie. Aunque los problemas de los pies resultan las más veces de heridas, deformidades, enfermedad o factores hereditarios, el calzado inapropiado puede agravar condiciones preexistentes. Los zapatos u otro calzado no deberían nunca pasarse a otro niño.
Los pies de los niños pequeños son a menudo inestables a causa de problemas musculares que hacen difícil o incómodo caminar. Un examen en profundidad por un podiatra puede detectar un defecto o una condición subyacente que puede requerir tratamiento inmediato o consulta con otro especialista.
La APMA conoce hace tiempo la alta incidencia de defectos en los pies entre los jóvenes, y recomienda exámenes regulares de la salud del pie de los niños en edad escolar.

Actividades deportivas
Millones de niños americanos participan en deportes individuales o de equipo, muchos de ellos fuera de la escuela, donde no siempre hay disponible consejo sobre el equipo y las condiciones. Los padres deben preocuparse de la participación de los niños en deportes que requieran correr y girar mucho, o que impliquen contacto con otros. Un vendaje protector en los tobillos es a menudo necesario para prevenir esguinces o fracturas. Los padres deberían considerar hablar de estos asuntos con el podiatra de la familia si tienen niños que participan en actividades deportivas. Las lesiones de pie y tobillo relacionadas con deportes están aumentando al participar activamente en deportes más niños

Consejos sobre los pies del niño de la APMA
Los problemas que se notan al nacer no desaparecerán solos. No debería esperar a que el niño empiece a caminar para ocuparse de un problema que ha notado antes.
Recuerde que el que un niño no se queje no es una señal fiable. Los huesos de los pies en crecimiento son tan flexibles que pueden torcerse o deformarse sin que el niño se dé cuenta.
Caminar es el mejor ejercicio para los pies, de acuerdo con los podiatras. También recomiendan que se observe cuidadosamente la forma de caminar. ¿Camina el niño con la puntera para afuera o para adentro, es patizambo o tiene otros defectos en el modo de caminar? Estos problemas pueden corregirse si se detectan temprano.
Ir descalzo es una actividad sana para los niños en las condiciones apropiadas. Sin embargo, caminar descalzo en pavimento sucio expone los pies del niño a los peligros de infección por cortes accidentales y a severas contusiones, esguinces o fracturas. Otro problema potencial son las verrugas plantares, una condición causada por un virus que invade la planta del pie por cortes o roturas de la piel. Requieren tratamiento prolongado y pueden impedir que el niño vaya a la escuela u otras actividades.

Tenga cuidado con los remedios caseros en los pies del niño
Las preparaciones lo bastante fuertes para matar ciertos tipos de hongos pueden dañar la piel.
Cuando tenga preguntas sobre la salude de los pies de su niño, contacte un podiatra en su comunidad.

Su medico/cirujano podiatra se ha formado específica y extensamente en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de problemas en los pies. Esta formación incluye cada uno de los sistemas y estructuras, intrincadamente interrelacionados

El Juanete


Un juanete es un agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie – la articulación metatarsofalángica

– que se produce al desplazarse el hueso o el tejido de la articulación del dedo gordo. Esto fuerza al dedo a doblarse hacia los otros, creando un bulto de hueso, frecuentemente doloroso, en el pie. Como esta articulación soporta gran parte del peso del cuerpo al caminar, los juanetes pueden ser extremadamente dolorosos si no se tratan. La propia articulación metatarsofalángica puede volverse rígida e irritada, haciendo difícil o imposible incluso llevar zapatos. Los juanetes o bunios – del latín bunio, que significa agrandamiento

– pueden darse también en la parte exterior del pie, en el dedo chico, donde se le llama “juanete de sastre”.


Síntomas
Desarrollo de un bulto firme en el borde externo del pie, en la base del dedo gordo.
Enrojecimiento, hinchazón, o dolor en, o cerca de, la articulación metatarsofalángica.
Callos u otras irritaciones causadas al montarse un dedo sobre otro.
Movimiento limitado o doloroso del dedo gordo.


¿Cómo aparece un juanete?
Los juanetes se forman cuando se altera el equilibrio de fuerzas que se ejercen sobre las articulaciones y los tendones del pie. Esto puede llevar a inestabilidad de la articulación y causar la deformidad. Aparecen tras años de movimiento y presión anormales en la articulación metatarsofalángica. Son, por lo tanto, un síntoma de mal desarrollo del pie y normalmente son causados por la forma de caminar, el tipo hereditario de pie, el calzado, u otros motivos.
Aunque los juanetes tienden a aparecer en varios miembros de la misma familia, lo que se hereda es el tipo de pie – no el juanete. Los padres que padecen mala movilidad del pie pueden pasar el tipo de pie problemático a sus hijos, que a su vez serán también propensos a desarrollar juanetes. El funcionamiento anormal causado por este mal desarrollo del pie puede llevar a presiones sobre el pie y dentro de él, a menudo con el resultado de deformidades en el hueso y la articulación, como juanetes o dedos en martillo.
Otras causas de juanetes son heridas en el pie, desórdenes neuromusculares, o deformidades congénitas. Las personas que sufren de pies planos o arcos del pie bajos son también propensas a desarrollar estos problemas, así como los pacientes artríticos o con enfermedades inflamatorias de las articulaciones. También son un factor las profesiones que conllevan un esfuerzo excesivo del pie; los bailarines de ballet, por ejemplo, a menudo desarrollan el problema.
El calzado demasiado apretado o que aprieta unos dedos contra otros es también un factor común, que explica la alta preponderancia del problema entre las mujeres.


¿Qué puede hacer para aliviarlo?
Colocar protectores de juanete comerciales, sin medicación, alrededor del bulto del hueso.
Llevar calzado de puntera amplia.
Si el juanete se inflama y duele, aplicar hielo varias veces al día para reducir la hinchazón.
Evitar los zapatos de tacón de más de dos pulgadas (5 cm.) de alto.
Consulte a su podiatra si persiste el dolor.


Tratamiento conservador para el dolor de juanetes.
Las opciones de tratamiento varían con el tipo y gravedad de cada juanete, aunque es importante identificar la deformidad temprano en su desarrollo para evitar la cirugía. Se debe buscar atención de un médico podiatra a la primera indicación de dolor o incomodidad porque, si se dejan sin tratar, los juanetes tienden a hacerse mayores y más dolorosos, haciendo más difícil el tratamiento no quir úrgico.
El objetivo principal de la mayoría de las opciones de tratamiento temprano es aliviar la presión sobre el juanete y detener la progresiva deformación de la articulación. Un médico podiatra puede recomendar estos tratamientos:


Acolchado y vendado
Acolchar el juanete, frecuentemente el primer paso en un plan de tratamiento, reduce el dolor y permite al paciente llevar una vida normal y activa. Las vendas ayuda a mantener el pie en una posición normal, reduciendo la presión y el dolor.


Medicación
Frecuentemente se recetan fármacos antiinflamatorios e inyecciones de cortisona para aliviar el dolor agudo y la inflamación causadas por deformidades de las articulaciones.


Fisioterapia
Se usa a menudo para aliviar la inflamación y el dolor. La terapia de ultrasonidos el una técnica popular en el tratamiento de juanetes y el tejido blando asociado a ellos.


Ortopedia
Las plantillas para el calzado pueden ser útiles para controlar la funcionalidad del pie y pueden reducir los síntomas y prevenir el empeoramiento de la deformidad.
Cuando falla el tratamiento temprano o el juanete crece más de lo aconsejable para esas opciones, la cirugía podiátrica puede ser necesaria para aliviar la presión y reparar la articulación del dedo.


Opciones quirúrgicas.
El médico podiatra cuenta con varios procedimientos quirúrgicos. La cirugía elimina el agrandamiento del hueso, rehace el alineamiento normal de la articulación, y alivia el dolor.
En las deformidades menos graves puede usarse una simple bunionectomía, en la cual se elimina únicamente el bulto del hueso. Los casos más graves pueden requerir procedimientos más complejos, que incluyen cortes en el hueso y el realineamiento de la articulación.
La recuperación lleva tiempo, y son comunes las molestias y la hinchazón durante varias semanas tras la cirugía. El dolor, sin embargo, se controla fácilmente con medicamentos recetados por su médico podiatra.
Su medico/cirujano podiatra se ha formado específica y extensamente en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de problemas en los pies. Esta formación incluye cada uno de los sistemas y estructuras, intrincadamente interrelacionados, del pie y la parte baja de la pierna, incluida la piel y los sistemas neurológico, circulatorio, y musculoesquelético, que comprende los huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios.

Las ampollas


Una ampolla es una burbuja de pared delgada y llena de líquido en la piel. Una ampolla empieza como una zona irritada, un área que genera molestias en la piel, y que se siente como si se hubiera frotado demasiado. Si se le hace caso omiso, la zona irritada evolucionará hacia una ampolla.
La causa más frecuente de ampollas es la fricción o la presión. Usar calzado sin calcetines, o usar calzado demasiado apretado puede llevar a la formación de ampollas. Puedes presentar una ampolla en las plantas y en los dedos si estás haciendo trabajo que causa frotamiento.
Para tratar adecuadamente una ampolla sigue las siguientes instrucciones:
Primero, esteriliza una aguja haciéndola pasar por una llama, y a continuación, límpiala con alcohol para reducir el riesgo de infección.
Después lava la zona afectada y pincha la ampolla, una vez que el líquido haya drenado, es decir, cuando la ampolla esté vacía, cubre la zona con un apósito impregnado en alguna sustancia cicatrizante y antiséptica. Cámbialo todos los días.

Cuidado preventivo de las ampollas:

• Usa talco para los pies.
• Para montañismo o deportes en clima muy fríos, utiliza un calcetín delgado o liner bajo un calcetín grueso que elimine la humedad por acción capilar, que absorba la humedad.
• Usa calzado adecuado y de la talla precisa; ya que los zapatos demasiado rígidos o apretados presionan los pies y producen roces, mientras que los zapatos demasiado flojos hacen que el pie se deslice dentro del zapato y también producen roces.
• Quienes practican excursionismo a pie deben usar buen calzado y calcetines internos delgados, y cambiarse los calcetines al menos una vez al día. Los pies húmedos están más propensos a ampollas.
• Evita andar con sandalias que lleven tiras estrechas y finas, pues en este caso el roce es mayor, especialmente en aquellas en las que el sistema de sujeción consiste en una tira entre los dedos del pie.

Si la ampolla se rompe sola, trátala como una herida abierta. Lávala con jabón y agua tibia. Aplica un ungüento antibacteriano y cúbrela con una venda limpia. Debes estar atento ante la presencia de signos de infección, como enrojecimiento, dolor, hinchazón, o estrías de color rojo que se dirigen hacia el corazón.
Es mejor dejar intactas las ampollas por fricción si puede evitarse irritación de la piel hasta que desaparezca el líquido.

Pie Diabético


DEFINICION:Trastorno de los pies de los diabéticos provocado por la enfermedad de las arterias periféricas que irrigan el pie, complicado a menudo por daño de los nervios periféricos del pie e infección. Debido a la oclusión de las arterias que llevan sangre a los pies se produce gangrena.
El pie del paciente diabético es muy sensible a todas formas de traumatismos: el talón y las prominencias óseas resultan especialmente vulnerables.
Los daños a los nervios periféricos de los pies provocan trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie, atrofia de la piel.
Es frecuente en los pacientes diabéticos que las lesiones propias del denominado pie diabético trascurran sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.

COMO EVITAR LAS LESIONES DEL PIE DIABETICO?
A los pacientes de riesgo (ancianos y aquellos que tienen mala circulación), se les recomienda los siguientes cuidados rutinarios de los pies:
Cada día, los pies deben ser lavados (aunque no empapados) en agua caliente, cuya temperatura ha sido probada previamente con la mano. Se deben secar con meticulosidad, prestando una atención especial a los espacios interdigitales (entre los dedos).
Las uñas de los pies deben cortarse con cuidado. Los pacientes con mala vista o manos temblorosas deben pedir a otros personas que se las corten. Las uñas no deben ser más cortas que el extremo del dedo.
Los pies se deben inspeccionar con frecuencia, buscando detenidamente zonas resecas y fisuras en la piel, sobre todo alrededor de las uñas y en los espacios interdigitales. Deben espolvorearse con talco, si la piel está húmeda, o recubrirse con crema hidratante, si la piel está seca. Las plantas deben ser inspeccionadas con un espejo o por otra persona. Debe tenerse un cuidado especial con los callos y las durezas, que deben ser atendidas por un podólogo. No se deben utilizar antisépticos potentes (yodo), ni callicidas.
Si aparecen ampollas o infecciones, debe consultarse inmediatamente al médico.
No deben utilizarse bolsas de agua caliente. Es preferible utilizar unos calcetines.
Pueden emplearse mantas eléctricas, pero deben apagarse antes de meterse en la cama.
Los zapatos deben ajustar bien (sin apretar) y ser confortables, dejando espacio para que los dedos descansen en su posición natural.
Los zapatos nuevos deben calzarse progresivamente, cada vez durante un tiempo un poco más largo.
Se deben utilizar calcetines de algodón o lana, mejor que de nylon. Deben ser de la talla adecuada y no tener zurcidos ni costuras que puedan producir presiones. Deben cambiarse diariamente.
Caminar con los pies descalzos es peligroso, ya que una pequeña herida puede tardar mucho en curarse.
Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los diabéticos, porque produce vasoconstricción .
Otro aspecto de la prevención que merece cierta atención, es el diseño de calzado a medida para los diabéticos con pies muy vulnerables. Estos zapatos deben estar diseñados para redistribuir las fuerzas que soporta el pie.

CUIDADO DE LAS LESIONES YA EXISTENTES
Se debe hacer un examen detallado de ambos pies, con una inspección cuidadosa de los talones y los espacios interdigitales.
El estado de la circulación, y sensibilidad deben evaluarse con detalle.
Deben tenerse en cuenta la temperatura y el color de la piel, la respuesta vascular a la elevación del miembro, es decir si se producen cambios en el color según la postura de la extremidad, el cambio en la cantidad de pelo de la pierna.
Una fotografía en color es útil para poder juzgar la progresión de la falta de riego.

EL TRATAMIENTO DEL PIE DIABETICO SE BASA EN:
Protección contra el daño que se asocia a la pérdida de sensibilidad causada por lesión de los nervios periféricos.
Tratamiento de la infección que pueda aparecer.
Mejoría de la circulación evitando el uso de calzado o prendas ajustadas.
Control médico de la diabetes, es decir, comprobar que los niveles de glucosa se encuentran dentro de los límites permitidos.
"Cuiden sus pies, los pies son la base de su cuerpo"

Callos en los pies

¿Que son los callos?
Son una capa de piel endurecida gruesa que se forma por la excesiva presión o fricción en un área del pie u otra parte del cuerpo. Generalmente se forman en áreas protuberantes.
Los callos pueden ser molestos pero hay varios tratamientos para eliminarlos o mejorarlos. Si se padece de diabetes los callos no deben de tratarse en casa por el riesgo de infección hay que ir al podiatra o podólogo (medico especialista en los pies). Los callos pueden deberse a: problemas de postura, el peso del cuerpo no se sostiene de forma balanceada, zapatos inadecuados, no usar calcetines cuando se hace ejercicio o problemas de deformación en los huesos.
Tratamientos para los callosEn primer lugar hay que eliminar la fricción que produjo el callo, esto se logra usando un zapato más cómodo o aminorando la presión con el uso de parches o esponjas para poner en los zapatos. Si hay juanetes y callos dolorosos hay que consultar con el podiatra (podólogo).Cremas. Hay cremas y aceites para eliminar los callos y generalmente funcionan bien. Hay que seguir las instrucciones del paquete para evitar quemar la piel.Spa. Otra opción son las pedicuras. Se debe de tener cuidado que los instrumentos estén limpios. Las pedicuras frecuentes evitan los callos gruesos y para prolongar los resultados se pueden usar exfoliantes como salt glow (ver receta) o limas para callos en la casa. Limas para pies o piedra poma. Estos sencillos instrumentos funcionan bien para callos chicos o superficiales y para prevenir la formación de callos grandes. La forma más efectiva de usarlos es crear una rutina ya sea usándolos después del baño o antes de acostarse y luego aplicarse crema o aceite humectante.Cuidados especiales. Si los callos están sobre los dedos de los pies puede deberse a la existencia de deformidades del hueso, si los callos son molestos hay que ir al podiatra para que revise y puede ser que se necesite una pequeña cirugía para corregir el problema.Los podiatras no recomiendan usar las herramientas para cortar los callo porque pueden causar infección y debido a que los pies sudan mucho esta puede extenderse rápido. Los callos generalmente son inofensivos pero si notas pus o hay inflamación o mucho dolor puede ser que el callo este infectado en estos casos hay que ir al medico para tratar la infección.

Tiña en el pie

Es una infección de la piel de los pies causada por un tipo de hongos llamados dermatofitos. El nombre científico es tinea pedis.Los dermatofitos son hongos que sólo parasitan estructuras con queratina, es decir, epidermis(la capa más superficial de la piel), pelo y uñas. Tienen su reservorio natural en la piel y pelos del hombre y de los animales y en el suelo. A partir de estas fuentes se pueden contagiar al hombre y los animales. Según su reservorio natural se clasifican en :
Hongos antropofílicos: únicamente parasitan al ser humano. Sólo se transmiten de persona a persona. Producen grandes epidemias en medios urbanos por contacto en duchas, piscinas, colegios, etc. Las lesiones son poco inflamatorias.
Hongos zoofílicos: habitan normalmente sobre los animales. Ocasionalmente pueden parasitar al ser humano o encontrarse en el suelo. Producen epidemias familiares en personas en contacto con animales infectados. Son poco contagiosas de persona a persona o por la ropa. Las lesiones suelen ser inflamatorias.
Hongos geofílicos: viven en el suelo alimentándose de restos de queratina de animales. Aunque es raro pueden parasitar al ser humano directamente o por medio de animales, produciendo tiñas inflamatorias.El término pie de atleta no es sinónimo de tiña de los pies. El pie de atleta es un término más amplio y engloba las infecciones de la piel por hongos dermatofitos (tiña de los pies), hongos no dermatofitos (cándidas), y por bacterias. Afecta generalmente a los espacios interdigitales y su origen suele ser un aumento de la sudoración subyacente.La mayoría de las veces la tiña de los pies está causada por Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes y Epidermophyton floccosum.

¿Cómo se produce la infección?
La tiña de los pies es la infección por hongos más frecuente del mundo.
Se considera una afección del ser humano civilizado relacionada con el uso de calzado.
Es posible aislar hongos en los espacios entre los dedos de los pies en personas sin sintomatología.
En condiciones apropiadas (calor, humedad, traumatismo) puede sobrevenir una infección con aparición de sintomatología a partir de los hongos existentes previamente.

¿Quiénes tienen un mayor riesgo?
Ocurre primordialmente en adultos aunque también puede aparecer en niños.
Varios factores pueden predisponer a la tiña de los pies, entre ellos, la residencia en climas calurosos con humedad alta, que originan sudoración de los pies, la cual, elimina los lípidos de superficie de la piel que son protectores frente a las infecciones.
Las situaciones en las cuales hay fuentes externas de humedad en el ambiente favorecen la infección.
El uso común de baños, duchas, piscinas o calzado facilita la diseminación de la infección.
El calzado en sí, sobre todo si es oclusivo, favorece la infección. La enfermedad no ocurre en culturas en las cuales no se utiliza calzado.
Los zapatos de plástico hacen a la persona especialmente vulnerable.
Las personas con disminución de las defensas (inmunodeficiencias) como los diabéticos o las personas con enfermedad por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), tienen mayor riesgo de adquirir la enfermedad.
Es muy frecuente en jóvenes deportistas, atletas o personas que debido a su trabajo están obligados a vestir calzado de goma ajustado.

¿Cuáles son los síntomas?
Existen varias formas de presentación habituales:
La más habitual es la forma intertriginosa o interdigital (afectación de los espacios entre los dedos) La afección es más frecuente en los espacios entre los dedos cuarto y quinto, seguida del de los dedos tercero y cuarto. La piel afectada aparece blanca y macerada, con erosiones y fisuras de color rojo y con tendencia a extenderse por los dedos y por la planta del pie. Suele encontrarse aumento de la sudoración. Pueden aparecer picor y olor fétido acompañantes.
Otra forma es la llamada vesiculoampollar. Aparecen vesículas (vejigas llenas de líquido) o ampollas, afectando fundamentalmente a los dedos de los pies. Suele acompañarse de engrosamiento de la piel de las plantas, escozor y maceración.
También puede presentarse como la forma escamosa o hiperqueratósica, también llamada en mocasín. Aparece descamación fina, con escamas de color blanco plateado sobre un fondo rojo y con engrosamiento de la piel de la planta, del talón y de los lados de los pies. Tiende a ser crónica y no siempre aparecen síntomas.
La infección puede extenderse a las uñas o a otras partes del cuerpo a partir de éstas localizaciones.

¿Cómo se diagnostica?
Algunas enfermedades de la piel muestran síntomas similares aunque requieren tratamientos completamente diferentes. Por lo tanto, a veces, el diagnóstico inicial debe ser confirmado con pruebas de laboratorio, aunque no siempre son necesarias.
Pruebas de laboratorio. Se puede realizar un raspado de las lesiones para realizar un examen directo al microscopio y un cultivo.
Algunas enfermedades que pueden plantear confusión con la tiña de los pies son: infecciones por otros hongos (cándidas), eczema dishidrótico, psoriasis, dermatitis de contacto, etc.

¿Cuál es el tratamiento?
En la mayoría de las ocasiones es suficiente con tratamiento tópico.
Para las infecciones más generalizadas, puede ser necesario realizar tratamiento por vía general (vía oral)
Los medicamentos más utilizados son: derivados imidazólicos (itraconazol, ketoconazol, clotrimazol, etc.),ciclopiroxolamina y alilaminas (terbinafina, naftifina).Utilizar simultáneamente y de forma prematura polvos azólicos en calcetines y calzado.

¿Qué medidas se pueden tomar en casa?
Higiene personal. Lavar frecuentemente los pies secándolos adecuadamente antes de ponerse los calcetines y el calzado. Secar muy bien las zonas entre los dedos.
Tomar medidas de precaución en lugares públicos como piscinas, gimnasios, duchas, etc.
Uso de calzado adecuado que permita transpirar al pie.
Utilizar calcetines de algodón o de lana. Cambiarlos frecuentemente y siempre que estén húmedos.

Anatomía y biomecánica del tobillo y pie

Anatomía del Tobillo

La articulación del tobillo está formada por tres huesos: el peroné, la tibia y el astrágalo. Los dos primeros conforman una bóveda en la que encaja la cúpula del tercero. Permite, sobre todo, movimientos de giro hacia delante y hacia atrás, que son movimientos de flexo-extensión del pie. En el sentido lateral, los topes del maleolo peroneo y maleolo tibial, que son los dos apéndices óseos que continúan peroné y tibia a ambos lados, impiden un movimiento completo de giro lateral aunque sí permiten su inicio.
El astrágalo se apoya sobre el calcáneo formando una articulación bastante plana, sin gran movimiento. Esta articulación subastragalina es fuente de conflictosya que soporta la transmisión de fuerzas del peso corporal y rige movimientos finos de estabilidad del pie. Cuando se deteriora el cartílago de esta articulación, se produce una degeneración artrósica y dolor, que en ocasiones obliga a la intervención quirúrgica para suprimirlo o aliviarlo.
Es interesante mencionar, por su trascendencia en la generación de lesiones deportivas, un apéndice posterior o cola en el astrágalo. En movimientos bruscos del pie hacia atrás, como el producido al chutar con fuerza un balón, este relieve óseo bascula, llega a chocar con la parte posterior de la tibia y se rompe. La fractura es a veces tolerable pero otras obliga a la intervención quirúrgica, retirando el fragmento roto, para permitir que el deportista pueda seguir golpeando un balón sin dolor. No hay que confundirlo con una variante anatómica, el os trigonum de astrágalo, que ofrece la imagen radiográfica de una cola de astrágalo suelta, muchas veces indiferenciable de la fractura.
El astrágalo se articula, siguiendo la dirección que lleva a los dedos, con el escafoides y el cuboides, situados en la zona interna y externa del pie, respectivamente. Entre el escafoides y la línea formada por los metatarsianos, están las tres cuñas. Los metatarsianos tienen unas bases casi planas y unas cabezas esféricas para articularse con las primeras falanges de los dedos.

Ligamentos del Tobillo
Las articulaciones precisan de ligaduras que mantengan la cohesión de los huesos que las forman, impidiendo su desplazamiento, su luxación y permitiendo por otra parte movimientos concretos.
La descripción de todos los ligamentos de tobillo y pie sería materia de alta especialidad debido a su número y complejidad.

Podemos mencionar los más importantes:

-La cápsula articular envuelve la articulación, creando un espacio cerrado, y ayuda a los ligamentos en su misión estabilizadora.

- Ligamento lateral externo. Partiendo de la punta del maleolo externo, se divide en tres fascículos (peroneo astragalino posterior, peroneo calcáneo y peroneo astragalino anterior), sujetando lateralmente el tobillo. Si se rompen, es muy fácil que el tobillo se vuelva a torcer en movimientos de inversión del pie.
- Ligamento deltoideo. En la parte contraria, este ligamento parte de la punta del maleolo interno y sujeta la cara interna del tobillo.

- Ligamento sindesmal, sindesmosis o ligamento tibio-peroneo. Amarra la porción más distal de la tibia y el peroné para mantenerlos unidos en esa función de bóveda que presenta su superficie articular a la cúpula del astrágalo. Su rotura plantea muchos problemas. Tarda en cicatrizar mucho tiempo y puede dejar secuelas permanentes de dolor e inestabilidad que obliguen a la intervención quirúrgica. El ligamento une los dos huesos en todo el trayecto antero-posterior de su unión, no solamente en la parte delantera del tobillo. Por eso, cuando se rompe, puede dejar flecos que cuelguen hacia la articulación y dolor en la región posterior del tobillo.

- En la parte posterior del tobillo existe también una red de ligamentos que unen la tibia y el peroné (tibio-peroneo posterior), la tibia con el astrágalo, etc...Hay que destacar el ligamento transverso, que se lesiona por el mismo mecanismo que la sindesmosis, de la que puede considerarse una prolongación posterior.

Músculos
Músculos extrínsecos del pie son los encargados del movimiento de tobillo y pie. Aunque están en la pierna, ejercen su tracción tirando de las inserciones óseas de tobillo y pie. Consiguen los movimientos de flexión dorsal, flexión plantar, inversión y eversión del pie.

- Músculos intrínsecos del pie son los que, situados en el mismo pie, consiguen los movimientos de los dedos: flexión, extensión, abducción y aducción.

- Flexores plantares. Son los que traccionan del pie hacia atrás. Están situados por lo tanto en la parte posterior de la pierna, en la pantorrilla. Son el sóleo y los gemelos con el tendón de Aquiles, que es común a ambos.

- Flexores dorsales son los que levantan el pie hacia arriba y están situados en la cara anterior de la pierna. Son el tibial anterior, el peroneo anterior y el extensor común de los dedos.

- Inversores del pie. El tibial anterior se inserta en el primer metatarsiano y la primera cuña.

- Eversores del pie. El peroneo lateral largo y el peroneo lateral corto se insertan en la primera cuña y base del primer metatarsiano mientras que el peroneo anterior se inserta en las bases del cuarto y quinto.

- La aponeurosis plantar es una estructuraanatómica que hay que tener muy en cuenta pues, cuando se inflama, da lugar a las temidas fascitis plantares, muy molestas e incapacitantes. Es una estructura que conforma el suelo de la bóveda plantar y que se inserta en la porción inferior del calcáneo.

Pie Plano

Es una afección en donde el arco o el empeine del pie colapsan y quedan en contacto con el suelo. En algunos individuos, este arco nunca se desarrolla mientras están creciendo.

Causas
El pie plano es una afección común. En los bebés recién nacidos y niños que están comenzando a caminar, el arco no está desarrollado y el pie plano es normal. El arco se desarrolla en la niñez y para la edad adulta, la mayoría de las personas han desarrollado arcos normales.
Cuando los pies planos persisten, la mayoría se consideran variaciones del pie normal. La mayoría de los pies son flexibles y un arco aparece cuando la persona se para en los dedos de los pies. Los pies planos inflexibles, rígidos y dolorosos pueden estar asociados con otras afecciones y requieren atención.
Los pies planos dolorosos en los niños pueden ser causados por una afección llamada coalición tarsiana, en la cual dos o más de los huesos en el pie se fusionan, limitando el movimiento y llevando a menudo a que se presente pie llano.
La mayoría de los pies planos no causan dolor ni otros problemas. Los pies planos pueden estar asociados con pronación, en la cual los huesos del tobillo se inclinan hacia dentro en dirección a la línea central. Cuando los zapatos de niños que se colocan en pronación se ponen uno al lado del otro, se verán inclinados uno hacia el otro (después de haber sido usados por largo tiempo para que la posición del pie remodele su suela).
El dolor de pie, el dolor de tobillo o el dolor en la parte baja de la pierna, especialmente en niños, pueden ser el resultado del pie plano y deben ser evaluados por un médico.
Los adultos pueden desarrollar un pie plano cuando están entre 60 y 70 años. Este tipo de pie plano por lo general es en un lado.

Síntomas
Ausencia del arco del pie al pararse

Dolor en el pie
El talón se inclina lejos de la línea media del cuerpo más de lo usual

Pruebas y exámenes
Una evaluación del pie es suficiente para que el médico realice el diagnóstico del pie plano. Sin embargo, se debe determinar la causa subyacente. Si se presenta un arco cuando el paciente se para sobre los dedos del pie, entonces el pie plano se llama flexible y no es necesario realizar un tratamiento o evaluación posterior.
Si se presenta dolor relacionado con el pie o si no se desarrolla el arco al pararse en los dedos, es necesario tomar radiografías. Si se sospecha de una coalición tarsiana, a menudo se ordena una tomografía computarizada (TC). En caso de sospecharse de una lesión en el tendón posterior de la tibia, el médico puede recomendar una resonancia magnética.

Tratamiento
Los pies planos flexibles que son indoloros no requieren tratamiento. Si usted tiene dolor debido a los pies planos flexibles, se puede aliviar con un dispositivo ortopédico (una plantilla de apoyo del arco en el zapato). Con el creciente interés por el atletismo, muchas tiendas de calzado tienen en existencias zapatos tanto para pies normales como para pies pronados. Los zapatos diseñados para pies pronados hacen que recorrer distancias largas sea más fácil y menos fatigante, dado que corrigen la anomalía.
Los pies planos rígidos o dolorosos requieren de la evaluación por parte de un médico y su tratamiento exacto depende de su causa. En caso de coalición tarsiana, el tratamiento comienza con reposo y posiblemente una férula de yeso. Si esto no logra mejorar el dolor, puede ser necesaria la cirugía.
En caso de problemas con el tendón posterior de la tibia, el tratamiento se puede iniciar con reposo, antinflamatorios, plantillas para zapatos o tobilleras.
En casos más avanzados, se puede practicar una cirugía para limpiar y reparar el tendón o fusionar realmente varias de las articulaciones del pie en una posición corregida.
Los pies planos en adultos mayores se pueden tratar con analgésicos, dispositivos ortopédicos y algunas veces cirugía.

Pronóstico
La mayoría de los casos de pie plano son indoloros y no causan ningún problema. El pronóstico de los pies planos dolorosos depende de la causa de la afección. Generalmente, el tratamiento es eficaz sin importar cuál sea la causa. Algunas causas de pies planos se pueden tratar de manera efectiva sin cirugía si se detectan a tiempo, pero ocasionalmente, la intervención quirúrgica es la última opción para aliviar el dolor.
Las personas a quienes se les practican fusiones tendrán algo de pérdida de movilidad en el tobillo, especialmente al girarlo hacia adentro o hacia afuera. Aparte de esto, estos pacientes informan de un tremendo mejoramiento en el dolor y la funcionalidad del pie.

Posibles complicaciones
Los pies planos realmente no están asociados con ninguna complicación excepto con el dolor.
Aunque generalmente es efectiva, algunas veces, la cirugía no arroja resultados satisfactorios. Algunos pacientes presentan dolor persistente. Otras posibles complicaciones quirúrgicas abarcan infección e imposibilidad de los huesos fusionados para consolidarse.

Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si experimenta dolor persistente en los pies o si su hijo se queja de dolor de pie o dolor en la parte baja de la pierna.

Prevención
La mayoría de los casos no se pueden prevenir.

Nombres alternativos
Arcos caídos; Pies planos; Pes planovalgus; Pronación del pie