La estructura de los pies es tan fuerte que podemos pasarnos muchos años abusando de ellos, antes de sentir alguna molestia. Por ello ha existido, más antes que ahora, cierta tendencia a descuidarlos. Son muchas las personas que llegan a la tercera edad con los pies extremadamente resecos, con durezas e incluso deformados por el calzado inadecuado.He aquí algunos consejos para el cuidado de nuestros pies:
Cuando llegues a casa descálzate y camina apoyando de forma ostentosa todo el pie sobre el piso, exagerando el movimiento y tratando de movilizar todos los huesos. Esto activará la circulación y aliviará la tensión. Luego en la ducha, aprovecha para pasar una piedra pómez en las durezas.
Una vez que salgas de la ducha, seca bien tus pies, pasando la toalla entre los dedos. Si no seca bien las regiones interdigitales, puede ser origen de un proceso micótico (hongos).
Cuando tus pies estén muy cansados y doloridos, ponlos en remojo durante unos minutos en agua tibia con una cucharadita de sal y otra de bicarbonato.
Siéntese en algún lugar cómodo y en crema los pies. Si la crema está formulada para los pies, es mucho más refrescante, suavizando y mejorando el aspecto de los pies.
Aprovecha para darte un auto-masaje, concentrándote en las zonas de más presión: el talón y la línea donde comienzan los dedos. Presiona con tu mano en forma de puño, haciendo fuerza durante 2 o 3 segundos, repitiendo aproximadamente diez veces. Los masajes con aceites esenciales también suavizan la piel endurecida.
Acostarse, en lo posible con un almohadón debajo de los pies, para levantar la zona y hacer que la circulación alivie las tensiones.
En cuanto a las uñas, córtalas rectas para evitar que al crecer se formen uñeros. Usa limas de cartón para los contornos y pulidores para alisar la superficie.
Los pies, que durante todo el día aguantan el peso del cuerpo y nos mantienen estables, deberían ser objeto de nuestra atención y más especialmente en la tercera edad, dedicándoles un ratito, al menos una vez a la semana. ¡Se lo merecen!Consulta periódicamente a un médico y podólogo, en especial si presentas algún tipo de enfermedad metabólica como la diabetes o problemas ortopédicos.Y no olvidar que la elección de un buen calzado, cómodo y de materiales blandos, es de vital importància para cuidar nuestros pies.
Cuando llegues a casa descálzate y camina apoyando de forma ostentosa todo el pie sobre el piso, exagerando el movimiento y tratando de movilizar todos los huesos. Esto activará la circulación y aliviará la tensión. Luego en la ducha, aprovecha para pasar una piedra pómez en las durezas.
Una vez que salgas de la ducha, seca bien tus pies, pasando la toalla entre los dedos. Si no seca bien las regiones interdigitales, puede ser origen de un proceso micótico (hongos).
Cuando tus pies estén muy cansados y doloridos, ponlos en remojo durante unos minutos en agua tibia con una cucharadita de sal y otra de bicarbonato.
Siéntese en algún lugar cómodo y en crema los pies. Si la crema está formulada para los pies, es mucho más refrescante, suavizando y mejorando el aspecto de los pies.
Aprovecha para darte un auto-masaje, concentrándote en las zonas de más presión: el talón y la línea donde comienzan los dedos. Presiona con tu mano en forma de puño, haciendo fuerza durante 2 o 3 segundos, repitiendo aproximadamente diez veces. Los masajes con aceites esenciales también suavizan la piel endurecida.
Acostarse, en lo posible con un almohadón debajo de los pies, para levantar la zona y hacer que la circulación alivie las tensiones.
En cuanto a las uñas, córtalas rectas para evitar que al crecer se formen uñeros. Usa limas de cartón para los contornos y pulidores para alisar la superficie.
Los pies, que durante todo el día aguantan el peso del cuerpo y nos mantienen estables, deberían ser objeto de nuestra atención y más especialmente en la tercera edad, dedicándoles un ratito, al menos una vez a la semana. ¡Se lo merecen!Consulta periódicamente a un médico y podólogo, en especial si presentas algún tipo de enfermedad metabólica como la diabetes o problemas ortopédicos.Y no olvidar que la elección de un buen calzado, cómodo y de materiales blandos, es de vital importància para cuidar nuestros pies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario